#LosApuntesDeVica: conversamos con Camila Kevorkian
Vica Fernández, nuestra más reciente colaboradora, nos trae una nueva serie de entrevistas llamada #LosApuntesDeVica, en donde dialoga con artistas de distintas disciplinas y a partir de sus anotaciones busca introducirnos hacia sus pensamientos, procesos y trabajos.
Hoy empezamos la primera de muchas conversaciones con Camila Kevorkian, artista, anarchivista y educadora. Sus actuales líneas de investigación se basan en el nomadismo como práctica política, pedagógica y creativa, y en la relación entre archivos, cuidados y afectos. Coordina Trabajo Práctico.
¿Por qué el archivo? ¿Dónde reside su poder?
Bueno, usaste una palabra bastante acertada: poder.
Creo que el archivo abraza ambas distinciones de la palabra, tanto como dominación como potencia creadora. Me calienta del archivo eso de poner en jaque esta narrativa/verdad que suministra ¿cómo se construye la realidad a partir de estos relatos?
El archivo como tensión entre la materia y la verdad; la excusa para, la fragilidad de lo que nos contaron y nos cuentan.
¿Cómo definís el concepto de “Habitar”?
Me acuerdo de un proyecto que hice que se titulaba así. Como el concepto me desbordaba, le pregunté a varias personas que era para ellxs el habitar, que registren ese espacio.
Creo en el habitar como algo frágil que se despliega y se repliega en diferentes frecuencias:
el cuerpo - el monotributo - el barrio - la red / interfaz.
Cualquier habitar es prescindible, siempre hay fugas posibles ante cualquier hábito. Más que un cimiento, un movimiento: permanecer, encontrar modos y saber cuándo correrse.
¿Qué suscitó la pandemia en vos y en tu disciplina?
Sistematización de muchas cosas en general. Un anclaje físico y a su vez la pérdida de mi disco duro. “La archivista sin archivos”. Esto me llevó a habitar la práctica, habitar la mente, el procedimiento.
Nomadismo psiquico-emocional. Desde Trabajo Práctico armamos grupos de estudio, talleres de pedagogía crítica y prácticas artísticas. Después junto al Colectivx Lagunaries estuvimos trabajando diferentes teorías y saberes a través nuestrxs cuerpx todxs, buscando romper el binarismo cuerpo físico-virtual que imponía la pandemia.
El foco hoy en día está puesto en los productos, cuando debería estar en el procedimiento, y creo que eso hace del archivo un trazo, parte de la memoria de un todo vital: una perspectiva en fuga.
Con respecto a la pedagogía, ¿qué crees que la misma puede hacer por encontrar esos espacios de búsqueda de las prácticas individuales (a su vez colectivas)?
Los espacios “pedagógicos” de las prácticas artísticas deben propiciar espacios de encuentro, cuidados. Redes de contención y de afecto. Donde puedan pasar muchas cosas pero no de cualquier modo.
No buscar un punto de arribo; sacar - mover - probar - debatir. Encontrar procedimientos permeables: cada quien es un médium con su materialidad, es como un proceso alquímico. Promover la autonomía en la grupalidad.
Equilibrio entre la teoría y la práctica, ambas fusionadas. Todo es todo, todo el tiempo.
¿Cómo relacionás el concepto de presencia-ausencia en tus proyectos?
Creo que nunca hay ausencia, es un cambio de estado. Nunca nada está ausente pero tal vez unx no tenga la capacidad de verlo.
¿Qué es la ausencia de archivo? algo que no se documentó, pero siempre hay archivo, hay presencia en otras materialidades + precarias o fugadas.
La última pregunta es un juego, vamos a cambiar los roles: me tenés que preguntar algo a mí
- ¿Qué te mueve a hacer lo que hacés?
+ Creo que el impulso de tender hilos, poder generar conexiones necesarias para que cada unx se expanda lo más posible, de lo individual a lo colectivo.